Los pilotos de los Alméras según los Alméras 



En 2013 se celebró el 50 aniversario del nacimiento del Porsche 911, una efeméride que en JAS saludamos en su día elaborando una serie de textos diarios que rememoraron, durante toda una semana, tan insigne cumpleaños. Hoy rescatamos uno de ellos que tiene relación con la historia que publicábamos sobre el libro que sobre los Alméras ha escrito Jacques Privat. Se trata de las opiniones de los dos hermanos de Montpellier sobre los más importantes pilotos que han competido en su estructura, todos al volante de Porsche. Ahí va nuestro texto…

911_50 by JAS (2013) – A lo largo de toda su trayectoria, Alméras Frères han visto pasar por sus filas a una gran cantidad de pilotos, muchos de ellos clientes que con múltiples versiones de los 911 han participado en todo tipo de carreras. Pero entre los profesionales que han pilotado para la casa destacan en el recuerdo de Jean-Marie y Jacques una serie de nombres clave en su historia, pilotos que posiblemente llegaron con una aureola pero que acabaron dejando huella. Este es el testimonio de ambos, ordenados alfabéticamente, de algunos de ellos…

Jürgen Barth

Jacques: “Era un piloto fuera de normal, polivalente y rápido en cualquier lugar, del que pudimos aprovecharnos de sus dotes de piloto de ensayos. Evidentemente él conocía Porsche perfectamente. Cada vez que le confiábamos un coche, no solamente sacaba de él la quinta esencia, sino que a la vuelta sus indicaciones y las de su copiloto Roland Kussmaul, a su vez ingeniero de desarrollo de vehículos de competición, nos pasaban una lista de sugerencias o de mejoras. Gracias a ellas, Porsche construyó modelos de competición idénticos a los nuestros”.

La entente Alméras-Barth hizo que Porsche construyera por dos veces modelos afines a los de Alméras, uno 911 SC de grupo 4 idéntico al de la casa para Walter Röhrl, así como crear la serie de veinte 911 SC RS a partir del 911 grupo 4 que Barth condujo en Monte-Carlo de 1983. Comenta Jean-Marie… “Jürgen jugó un rol fundamental en nuestro progreso y ha formado parte de nuestra familia. Además, se casó con una montpellerina, Simone, amiga de infancia de Chantal. Simone hizo mucho para que nuestra relación fuera aún más estrecha y permaneciera en el tiempo. Jürgen fue determinante, supo hacer comprender al estado mayor de Porsche lo que un equipo como el nuestro podía aportar a la marca. Gracias a él, tuvimos muchos contactos con ingenieros de Zuffenhausen. Ciertamente, nosotros nos ganamos su confianza con nuestros éxitos, pero fue gracias a él que los “Kremer franceses” fueron tomados en serio”.

Guy Fréquelin

Jacques: “El más trabajador de todos y es con esta manera de ser que ha llegado en su vida a lo máximo en todo lo que ha hecho”.

Jean-Marie: “Excesivamente exigente con los otros pero también con él mismo. Había que limpiarle la suela de los zapatos y los pedales antes de cada especial. El aceite de la caja de cambios tenía que cambiarse cada tres. Era un piloto que se podía pasar toda la noche haciendo ensayos. Él sabía lo que quería… y lo conseguía”. 

Jacques Laffite

Jacques: “Bajo este aspecto bonachón, había una persona que sabía perfectamente lo que quería hacer. Era muy riguroso en la puesta a punto y siempre daba el máximo de sí mismo. Tenía un golpe de volante de verdadero artista”.

Jean-Marie: “Una manera de conducir extraordinaria y una manera de hacer muy buena para el conjunto del equipo, lo que hacía que todo el mundo estuviera pendiente de él. Todos los mecánicos le adoraban, como piloto era un poco como Nicolas y Thérier: El don de saber, la exigencia y el perfeccionismo. Siempre era inquieto, con ganas de comprender lo que le pasaba al coche y con muchas ganas de hacerse entender. Para él, las relaciones humanas tenían mucha importancia”.

Jean-François Mas

Jacques: “El más perfeccionista pero también el más ansioso de todos: un piloto aparte. Su participación en el seno del equipo Alméras nos permitió entrar con garantías en el mundo de los rallyes profesionales”.

Jean-Marie: “Era un piloto rápido que no improvisaba nunca, un atacante”.

Hannu Mikkola

Jacques: “Es el que nos enseñó a pilotar sobre nieve. Ponía mucho freno detrás y era muy, muy rápido sobre nieve. ¡Realmente muy rápido!”.

Jean-Marie: “Tuve el privilegio de descender de la Chartreuse a su lado ¡extraordinario!, ¡mágico! Quería una repartición de frenos casi toda atrás y frenaba siempre con el pie izquierdo. El derecho siempre a fondo en el acelerador. Balanceaba el coche antes de entrar en una curva y la pasaba toda a 90 grados. Un funambulista del patinaje, aunque en seco no iba tan bien… ¡Por suerte para sus competidores! Todo un campeón del mundo en nuestro equipo, ¡qué gran honor!”.

Michèle Mouton

Jacques: “Una mujer de verdad. Pero ganar la copa de damas no le interesaba en absoluto, ella corría para la general absoluta. Y fue ella la primera en ganar un gran rally, en España”.

Jean-Marie: “No solo tenía el talento y la fuerza para pilotar el Audi Quattro, sino la templanza por conseguirlo. Ella se impuso en un mundo hasta su llegada solo reservado a los hombres”.

Jean-Pierre Nicolas

Jacques: “Un hombre polivalente, ecléctico y un piloto rápido y seguro. Ganó los rallyes más importantes, como el Monte-Carlo, y fuera del coche era hábil para encontrar el presupuesto necesario. Como jefe de equipo, también ha sabido demostrar su capacidad para la gestión de personas y organizaciones”.

Jean-Marie: “Era un perfeccionista, pero realista… Nos hizo confianza ya que no tenía el modo de empleo del 911. En la salida de una especial del Monte-Carlo de 1978 tuvimos un problema con la medida de los neumáticos de nieve traseros. Conozco muchos pilotos que se hubieran cabreado de verdad. Pero él reflexiono y nos dijo: “Perderé un poco de estabilidad pero lo compensare en motricidad”, y riendo añadió: “Vamos a hacerlo, móntalos, Jean-Marie”, ganó la especial y también el rallye”.

Walter Röhrl

Jacques: “Junto con Thérier, el más grande. Por su estatura, pero sobretodo por su talento. Además de una simplicidad abrumadora, de un trato fácil. Un gran piloto, un gran señor. Muy próximo a la marca Porsche, sin duda el embajador ideal para la marca”.

Jean-Marie: “Un verdadero señor. En realidad, para mi el señor más rápido que me he encontrado jamás. Tiene fibra Porsche, forma parte de la filosofía Porsche, es Porsche hasta el alma. Como piloto, es tan rápido en circuito como en rally, en seco como en mojado. Por donde sea pasa deprisa y con clase”.

Marc Sourd

Jacques: “Se convirtió en piloto del equipo Alméras en 1999 y llevó consigo a Pierre Martinet. Mark se convirtió en el piloto de punta, el líder del equipo. Sabía poner el coche muy a punto y era rápido, un buen ejemplo para los jóvenes”.

Jean-Marie: “En 2002, tuvimos con él a un verdadero piloto profesional, muy próximo, muy rápido y con quien el diálogo era fácil”.

Jean-Luc Thérier

Jacques: “El mejor dotado de todos y en todos los terrenos. Sin ser un perfeccionista, le gustaba disponer de un buen coche regulado según nuestros deseos. Sabía conseguir con ellos los mejores resultados haciéndole aplicar pequeñas correcciones”.

Jean-Marie: “El talento en estado puro. Confiaba totalmente en nosotros en el asunto de los reglajes, no hacía ensayos… Entrenaba poco y se lanzaba a las carreras haciendo malabares”.

Björn Waldegaard

Jacques: “El hombre del norte, el hombre de los Porsche. El especialista de la nieve, junto con Mikkola, pero con otro estilo de conducción. Derrapando con el 911, era uno de los más rápidos”.

 Jean-Marie: “No pude trabajar con él para poder hablar, preguntarle a Jacques…”.

Antonio Zanini

Jacques: “Él triunfó con Porsche allí dónde muchos otros fracasaron. Para ganar el Campeonato de Europa de Rallyes, como él lo hizo, corriendo sobre todo tipo de terrenos con su 911, hacía falta al mismo tiempo ser muy rápido pero también saber gestionar el vehículo. Y él lo hizo al máximo. Saberlo hacer no era fácil…”.

Jean-Marie: “Aprendió de nosotros como sacar el máximo del Porsche en todas las circunstancias que se juntan en un rally. Era la inteligencia del rally en su máxima expresión. Sabía conjugar con el coche las circunstancias de las carreras, del equipo y la táctica. Tenía en consideración todos los parámetros que se le presentaban y supo explicarnos perfectamente las razones de su elección”.

En la historia de los hermanos Alméras, 1980 ocupa un lugar a parte. Triunfaron en todo tipo de terrenos, salvo en Le Mans, carrera en la que participaban por primera vez como pilotos. Ganaron con Roland Biancone el campeonato de Europa de montaña de grupo 1 y 3; Antonio Zanini, con el 911 SC que Mikkola había llevado en Monte-Carlo, ganó como es sabido el Campeonato de Europa de Rallyes y Jean-Luc Thérier se impuso en el Tour de Corse. Además, ambos hermanos fueron Campeones de Europa de Montaña por tercera vez consecutiva, en los grupos 2 y 4 Jacques, y en los grupos 5 y 6 Jean-Marie. Los rallyes y la montaña continental tuvieron en su totalidad color Alméras.

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