El Club 600 de Barcelona y las pruebas de carretera 



Por Antonio Arderiu.

En un articulo anterior les explique las aventuras del modesto Club 600 de Barcelona con los Sport-Prototipos, lo que ahora se denomina Endurance automovilística. Hoy querría exponerles mis vivencias personales en otra aventura del Club 600 quizás menos vistosa, pero no por ella menos famosa. Me refiero al Rallye de las Cavas – Trofeo Segura Viudas.

El Club 600 de Barcelona organizaba anualmente el Rallye 600, que llegó a ser incluso puntuable para el Campeonato de España entre los años 1966 y 1968. Era un rally mucho mas modesto que el Costa Brava, el Barcelona–Andorra y el 2000 Virajes pero, todo y eso, tenía su atractivo y estaba muy bien montado. El itinerario discurría sobre todo por la zona del Montseny. El ultimo año del Rallye Club 600 como tal antes de dar paso al Cavas, y en el que yo me incorporé como ayudante de Javier Gambús, fue en 1969 y fue ganado por Jorge Pla acompañado de Víctor Palomo, en un Authi 1275 que eran relativamente nuevos en el mercado español y que parecía ser el coche de rallys preferido, hasta que apareció el Seat 1430.

Jorge corría para la Escudería Barcelona, en la que también lo hacía José Mª Palomo, que había ganado el Campeonato de España de Rallyes de 1969. Esos años, la Escudería Barcelona en realidad era la del RACC y fue la compra por parte de este RACC de un Porsche 911 R para José Mª Palomo, lo que le permitió a este ganar el citado campeonato de España. Posteriormente, José Mª Palomo pasó a formar parte de Escudería Montjuich y pilotó un Seat 1430-1600, excelentemente preparado por Juncosa. Jorge Pla alternó subidas en cuesta y circuitos, además de algún rally con un Alpine 1600 de su propiedad. Pero, vamos a lo nuestro…

El Rallye de Las Cavas – Trofeo Segura Viudas
El Club 600 de Barcelona tenía entre sus filas de simpatizantes un caballero en toda la extensión de la palabra que era D. Manuel Segura Viudas. D. Manuel, entre otras cosas, era socio de un concesionario Barreiros-Chrysler de Barcelona, que se llamaba AutoSport, que había preparado tres Simca 1000 GT en Francia, creo que en Maurelec. Eran tres “pepinos“ para la época y creo que daban por encima de 100 CV. Estos pepinos los conducían José Esteller, Carlos Llop, Fernando Collado y, luego, Antonio Zanini en el coche habitual de este último.

Fernando era –y es–, un reputado traumatólogo y sus obligaciones profesionales le suponían un hándicap. José Esteller era, por así decirlo, el “cap de colla” de los Simca 1000 de AutoSport. Era un piloto muy rápido y muy preciso en las trazadas y, con todo merecimiento, se convirtió en el jefe entre los Simca anaranjados. D. Antonio llegó después...

D. Salvador Ros Campañá y D. Manuel Segura Viudas idearon, para promocionar la industria del cava de D. Manuel, organizar un rally de categoría, un poco como el Monte-Carlo, con salida desde varios puntos de España. Nacía así, en 1970, el Rallye de Las Cavas – Trofeo Segura Viudas y el Club 600 de Barcelona era el organizador. Toque de generala y a formar todos los socios, miembros de la junta, amigos, etc. Y a pasar noches sin pegar ojo... Aunque los dos primeros años el rally era básicamente regional, en 1972 el asunto cambió.

A mi, personalmente, acompañado de José Martínez-Adam (hermano de Eduardo), nos tocó dar la salida en esa edición de 1972 (3ª) desde Dehesa de Campoamor, a 60 km de Alicante, y hacer luego de coche escoba. Y allí nos fuimos en el Simca 1000 de mi Sra. madre (discretamente birlado del garaje) y decorado profusamente con los colores de la Escudería Condal que, a la vuelta, provocaron la ira de la propietaria. Bueno, pues con este coche, las pancartas y toda la parafernalia para el cometido nos fuimos, sin autopistas ni nada, a la Dehesa de Campoamor, sur de la provincia de Alicante. Paramos a merendar en Alicante y allí nos agenciamos a dos japonesas que se empeñaron en venir con nosotros.

En la Dehesa teníamos reservado un apartamento que daba a una piscina y, aunque era abril, no pudimos resistirnos a darnos un baño nocturno “oriental style”. Al día siguiente, casi sin haber dormido, dimos la salida a José Esteller, Carlos Llop y a otro vehículo que no recuerdo quien era (Fernando Collado, ¿quizás?), únicos coches salidos desde allí. La labor de coche escoba fue difícil pues José y Carlos eran pilotos rapidísimos, y este que escribe, un autentico dominguero. Además, tuvimos que pasar por Villena para dejar ”la pesca” del día anterior, luego ir a Requena por carretera general y, allí ya, seguir con nuestra labor de probos Comisarios, pero con la suerte de que los CH ya estaban formados. Llegamos al tramo de La Llacuna, que era el primero, y allí nos incorporamos al resto del equipo.

Fuera de esta anécdota personal hay que decir que el rally lo ganó Manuel Juncosa con un Seat 1430-1600 subido a 1.750cc, preparado por él mismo, con Artemio Eche de copiloto. Pero hay que decir que, durante mucho tiempo, fueron en cabeza Antonio Zanini–“Tico” (Alberto Chóliz), con el tercer Simca 1000 de AutoSport hasta que, en la segunda pasada por La Llacuna, que estaba llena de niebla, se dieron un ”moco” muy fuerte y tuvieron que abandonar. En La Llacuna estaba de espectador D. JJ Pérez de Vargas, que en el rally oficiaba de Comisario Técnico pero que en Madrid ya había empezado a crear el futuro equipo de rallys de Seat, y quedó sorprendido de como iba aquel Simca 1000. Lo que sigue es ya del dominio publico.

El Rallye de las Cavas se fue consolidando pero no ya como rally propio de Club 600 Barcelona-Escudería Condal, sino unido al Rallye Cataluña del RACC. En su primer año organizado por el RACC (1973), se olvidó el tema de las salidas desde diversos lugares de España (cuestión que únicamente tiene éxito en el Monte-Carlo) y se hicieron salidas en cada capital de provincia catalana, incluso en 1975 se le añadió una especial sobre tierra. En todo caso, el auténtico Rallye de las Cavas era un rally muy bien concebido y organizado, además de tener una dotación generosa en premios.

Esta digamos segunda época del Cavas contó con los mejores equipos de España y tras las victorias de Cañellas–Ferrater (1973) y Etchebers–Etchebers (1974), la siguiente edición (1975) la ganó Antonio Zanini acompañado de Eduardo Martínez Adam en el Seat 1430-1840 oficial. Yo muy a principios de esa década de los 70 no pude asistir por hallarme “in statu militari”. El rally fue puntuable para el Campeonato de España desde 1972 y siguió puntuando para el nacional cuando el RACC lo engulló, como hizo más adelante con el Costa Brava y el 2000 Virajes. A partir de 1973 ya no fue el auténtico Rallye de las Cavas sino que paso a ser el Rallye Cataluña.

© Antonio Arderiu Freixa
México, 25 de julio de 2023
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