Obituario: René Metge, polivalente y eficaz en todo 



Por Josep Autet.

Había nacido el 23 de octubre de 1941 y un ictus se lo llevó de forma repentina el pasado 3 de enero de 2024, tenía por lo tanto 82 años. Es lógico que a Metge se le recuerde por su tres victorias en el Dakar africano y por dirigir esta prueba justo los dos años siguientes a su último triunfo (año en el que falleció Thierry Sabine), pero es digno de ser destacado que este francés, de aspecto serio y caballeresco, fue un piloto de coches que participó en pruebas de todo tipo, tanto en circuito como en rallyes.

Es bien sabido que el Dakar lo ganó tres veces: 1981 (con Bernard Giroux y Range Rover), 1984 (con Dominique Lemoyne y Porsche 911 4x4) y 1986 (con Dominique Lemoyne y Porsche 959). Realmente participó en todo tipo de carreras, incluida resistencia, turismos (Campeón de Francia de Superturismo de 1982, con Rover 3500) y camiones (1º en las 24 horas de Le Mans de 1983, con Man). Además, fue fundador de algunos raids, como el Rally Masters, posteriormente París-Moscú-Pekin, y del África Race junto a otro mito, Hubert Auriol.

En Le Mans compitió en seis ocasiones, las dos últimas, 1986 y 1987, como oficial Porsche AG, marca con la que había tejido una estrecha relación, pilotando ese primer año un 961 junto con Claude Ballot-Lena: terminaron séptimos y primeros en IMSA-GTX, primera vez que un coche 4x4 corría las 24 horas. Su mejor resultado en esta carrera de 24 horas había tenido lugar en 1982, al terminar quinto con un Porsche 935 K3, en compañía de Dany Snobeck y François Servanin.

Para los amantes de las cosas curiosas (y de la música), apuntar que en 1984 corrió estas 24 horas de Le Mans en equipo con el batería de Pink Floyd, Nick Mason, y Richard Lloyd, con un Porsche 956, debiéndose retirar en la 14ª hora de carrera. En Francia ganó la Porsche Carrera Cup en 1987, que se corría con 944 Turbo.

Sus primeras incursiones en el mundo del motor la efectuó en motos junto a su compatriota Jean-Pierre Beltoise, con una Derbi 50, y en automóviles debutó con victoria, con un Morris Cooper S, en una carrera de Montlhéry. Siguió con R-12 Gordini y con monoplazas de la exitosa Fórmula Renault, pero rechazó vehículos superiores al quererse centrar en la creación de su propio garaje. En su época regentó un importante concesionario Land Rover en Malakoff y posteriormente tuvo el garaje Autorama 82, en el que tenía como jefe de taller a Dominique Lemoyne, elegido por Metge para copilotarle cuando Porsche, de la mano de Jacky Ickx, le llamó para pilotar el segundo 911 4x4 en el Dakar de 1984, que ganaría.

En 2013, en JAS quisimos homenajear los 50 años del Porche 911 y durante una semana publicamos artículos al respecto. El viernes, 13 de septiembre de 2013, hicimos público un texto que relata las gestas de René Metge con Porsche en el Dakar y, en especial, su victoria en 1986, la última de la marca y del piloto en esta carrera, texto que reproducimos íntegro en homenaje al desaparecido René Metge.

911_50 (viernes, 13-9-2013)

René Metge, el hombre que hizo ganar el 911 en el desierto

Por Josep Autet.

Tras la gran victoria de 1984, en el Dakar de 1985 otros tres 911 estaban de nuevo en la salida, pero los coches eran muy distintos que un año antes. La carrocería prefiguraba el estilo de los nuevos Coupé 961, con una mecánica próxima a los 959, aunque sin sobrealimentación. Estos coches fueron construidos durante 1984 y el 959 se convirtió en el primer Porsche 4x4 comercializado de la historia. En realidad, la marca alemana pretendía homologar este vehículo en grupo B, pero los 200 ejemplares anuales exigidos por la FIA no fueron jamás construidos, por lo que fue un coche que se tuvo que dedicar a este tipo de pruebas raid.

En el Dakar de 1985, estos tres Porsche 953/959 con motor 3.2 atmosférico de 280 CV fueron confiados a René Metge, Jacky Ickx y Jochen Mass, pero el desastre de esta operación fue total ya que los tres se retiraron. Gran contraste entre una edición y otra… pero la fábrica de Stuttgart no quería dejar los raids con este mal sabor de boca, de modo que las experiencias de ambas ediciones fueron utilizadas para una tercera participación en la prueba. Porsche trabajó duro durante todo 1985 y en otoño de ese año dos 959 biturbo participaron en el Rally de los Faraones de Egipto. El resultado no podía ser mejor, ya que el piloto árabe Saeed Al-Hajri ganaba con claridad.

Porsche afrontaba de esta manera y con ambición el Dakar de 1986, prueba que sería la auténtica apoteosis para estos 911 de raid, bautizados como 959/961. Tras un auténtico mano a mano, René Metge y Jacky Ickx conquistaban un fantástico doblete con sus respectivas unidades, ambas con un look muy característico que visualizaba un gran capó trasero con alerón incorporado y especificaciones técnicas ideadas para raids, entre ellas un motor flat 6 de 2.849cc y dos turbos KKK, ofreciendo 390 CV para 1.260 kg de peso. Esta fabulosa maquinaria permitía a los pilotos rodar a 220 km/h en el Ténéré, mientras que los 4x4 de la competencia apenas podían llegar a los 160. El 959 “París-Dakar” fue el primer vehículo de raid en introducir el concepto de la aerodinámica.

Ahora sí que Porsche podía retirarse con todos los honores, de manera que tras tres ediciones concluía la aventura de los 911 en el Dakar, pasando estos coches directamente al museo de la marca. René Metge no fue el artífice de la participación de Porsche en el Dakar pero síí el piloto que dio a la marca dos victorias en tres intentos… “Desde los primeros ensayos pude apreciar la ligereza del 911, que cambió totalmente mi percepción de un 4x4 de fuera carretera. El motor tenía mucho par, pasaba bien las zonas blandas y frenaba muy bien. Ya que pudimos hacer muchos ensayos de resistencia, el 911 SC de 1984 siempre se mostró muy fiable en carrera. Me acuerdo también de un consumo extraordinariamente bajo, no llevábamos más de 200 litros de combustible y el consumo medio en el Dakar, incluyendo enlaces, rondaba los 13 litros a los 100”.

“En 1985, tuvimos muchos problemas con los 959 sin sobrealimentación. En mi coche, la rotura de la cadena de transmisión motivó que nos retiráramos. En cuánto al 959 de 1986, que fue rebautizado como 961, era un coche excepcional. Los dos turbo, uno empujando por debajo de las 3.000 rpm y el otro por encima de este régimen, permitían unas aceleraciones formidables. La suspensión era igualmente espectacular, el ingeniero Kussmaul se pasó seis meses para dar con los amortiguadores más adecuados. El vehículo era siempre muy estable, la parte trasera no saltaba nunca en los baches, lo que nos daba una facilidad de conducción extraordinaria”.

“Además, el ambiente era súper. Yo no he hablado nunca una palabra en alemán y chapurreo mal el inglés, pero a pesar de eso con Roland Kussmaul estábamos hablando todo el día, una convivencia muy intensa se estableció entre nosotros, sintonía que prosiguió en las 24 horas de Le Mans, carrera que afronté con la marca ese mismo año y también el siguiente. Los ingenieros de la marca eran los mismos en las dos pruebas y para mí este período 1984-1986 ha sido uno de los mejores de mi vida y fue toda una suerte formar parte del mejor equipo de rally raid, como también de resistencia en 1986-1987. En Porsche había una gran amabilidad y un profundo respeto por los pilotos, lo que yo no había notado jamás en los equipos ingleses en los que había corrido”. Esta última edición del París-Dakar con la presencia de los Porsche oficiales fue la misma en la que falleció Thierry Sabine, junto con otras personas, en un accidente de helicóptero.

Y el 961 se va a Le Mans

En Le Mans de 1986, el 961 “IMSA-GTX” llevaba transmisión a las cuatro ruedas, lo que era bastante útil para distribuir los 650 CV que ofrecía el motor flat 6 de 2.849cc biturbo. Un ordenador repartía la potencia entre los dos ejes en función de si se estaba en una recta o en curva, con el fin de asegurar siempre la mejor velocidad posible. Toda esta explicación es muy importante dado que el Porsche 961 en Le Mans 86-87 llegó a alcanzar los 340 km/h de punta, es decir ¡la misma velocidad que los Audi que ganan hoy en día!

De todos modos, este tipo de vehículo no era el que Porsche quería para pista, el 961 de Le Mans (del que solo se fabricó un ejemplar), pilotado por René Metge y Claude Ballot-Léna terminó séptimo y primero en IMSA GTX… por detrás de otros seis Porsche Sport (962, 956 y 936). Por cierto, en esta edición el madrileño Jesús Pareja, haciendo equipo con Oscar Larrauri y Jöel Gouhier, terminó en segunda posición con un Porsche 962 C de Brun Motorsport, mientras que Emilio de Villota y Fermín Vélez, junto con George Fouché, terminaron cuartos con un Porsche 956 de Fitzpatrick Racing, pero eso, como se suele decir, es otra historia…

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13-9-2013

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