Por Josep Autet.
Que la vida, el ser humano por naturaleza, es frágil, es algo bien sabido, pero es en sucesos como el que narramos hoy cuando uno es martilleado por la fuerza de la evidencia. Hoy estás aquí, contento, sano, sonriente y dentro de un rato, apenas unas horas, quizás minutos, puedes ser dado como fallecido. Esto es lo que le ha sucedido a Carlos Jané Noblom, deportista destacado de la moto, del automóvil, del mundo de las regatas y del mar, alguien alegre, bromista, positivo y extrovertido. El pasado 9 de febrero, al regresar a casa desde su trabajo en el puerto de Masnou, vete a saber por qué motivo, sufrió un grave accidente con su scooter de gran cilindrada y murió prácticamente al instante.
Carlos Jané Noblom (14-7-1958 / 9-2-2024) vivió toda su vida con el deporte amateur formando parte de su ADN y con la competición y los retos de todo tipo saliendo por sus poros. En esta trayectoria destacan 20 años de dedicación intensa al motociclismo, su pasión. Participó en diversos campeonatos de España de Velocidad y también en pruebas de resistencia, destacando entre ellas las últimas ediciones de las 24 horas de Montjuïc y también otras tres de cuando éstas pasaron al Circuit de Catalunya.
En las 24 horas de Montjuïc destaca la 14ª posición y 3ª en inferiores a 600cc de 1985, con Josep Benaiges y Jordi Castellví (Kawasaki), o la 19ª y 2ª del Trofeo Nacional de 1983 con Jorge Cavestany y Juan Nicolás, con una Montesa que a la postre les permitiría lograr el título nacional en esta disciplina. Carlos también participó en enduro e incluso en ciclismo.
Paralelamente a todo ello, Carlos Jané tuvo –y tenía hasta el día de su muerte– un destacado papel en las competiciones de vela. La tradición familiar en este sentido era importante y compitió de joven en la modalidad de cruceros y en vela ligera. En 2013, junto con Mónica Azón, realizó la travesía en bicicleta Masnou-Cabo Norte, con fines solidarios.
Perteneciente a la familia que creó la célebre Clínica Jané, actividad médica a la que se dedicaron muchos de sus miembros, no obstante Carlos Jané Noblom tomó otros derroteros en su vida, con el deporte siempre en su punto de mira. Estaba casado con Elena y tenía tres hijos, Carlos, Kike y Agus, a quienes enviamos nuestro más sentido pésame. Pueden tener claro que Carlos también dejó huella en quienes lo tratamos en el deporte o en el trabajo.
Carlos Jané y su amigo Jaume Insa llevaban a cabo actualmente una intensa actividad en rallyes de regularidad. Competían con un VW Golf GTI 1.8 de su propiedad, asistido siempre por el equipo Nou Onze, a cuya reunión asistió Jané en la sede de la calle Brusi el pasado día 6. Entre otros temas que se trataron en dicha reunión estaba la participación en el inminente Rally Lloret de Mar, en el que estaban inscritos. El destino no lo permitirá.
14 de febrero de 2024
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