Neil Brighton o como hacerse un Maxi Turbo en casa (por Abel Cruz) 



Un aspecto positivo de los rallies es que te sueles encontrar con todo tipo de gente, de diferentes procedencias y países. En el pasado 67 Rally Moritz Costa Brava hubo historias curiosas que hablan de la pasión de los que participan y de la inversión que realizan en tiempo, esfuerzo y capital. Uno de estos personajes es sin duda el londinense Neil Brighton, quien tras participar en 2018 quiso regresar a la prueba gerundense en 2019.

De padres jamaicanos, este piloto nació y creció en la capital británica, donde actualmente reside, y desde muy joven desarrolló una gran pasión por los automóviles, en especial los pequeños compactos franceses, aunque en su época de copiloto llegó a formar parte de la tripulación de un Metro 6R4: “En los 90, yo tenía un R5 L de 47 caballos que me dio un amigo, y como no estaba en perfecto estado me compré el manual de reparación. Al hojearlo, vi una foto de una versión R5 llamada Alpine, con ruedas más grandes y mejores, más agresivo y más atractivo. Al informarme de qué coche era ese, me dijeron que, además, tenía 115 caballos. ¡115!, exclamé, ¡Y yo sólo tengo 47! Tiempo después logré hacerme con un R5 Alpine”.

Esta historia se repitió algunos años después: “Cuando tenía el R5 Alpine, vi al lado de un taller un R5 Turbo y aluciné. Ni sabía que existía, pero me informé y cuando supe que tenía 160 CV pensé: ¡Pero si yo tengo solamente 115!. Y al igual que con el 5 L, al cabo de un tiempo me hice con un Turbo 2. Y esta secuencia se repitió con la versión de carreras. Fue entonces cuando supe de la existencia del Maxi Turbo. Durante un tiempo, me gustó mucho el clásico rojo y azul de Jean Ragnotti, pero al ver el de Françios Chatriot pensé que ése era el que debía intentar tener. Pensé en comprarlo original, pero hace unos 20 años -cuando lo descubrí- comprobé que valían más de 150.000 euros, por lo que decidí hacérmelo yo”.

Su R5 Maxi Turbo es lo que se llama en inglés ‘Continuation’ (para simplificar, una recreación muy fiel al original en todos sus aspectos). “La base es un chasis de Renault 5 de calle y desde ahí fuimos adaptando y replicando fielmente todos los aspectos. Nos costó un riñón y mucho tiempo, pero estoy muy contento con el resultado. Llevo con él una década”.

¿Cómo de fiel es este Maxi? Brighton tiene una anécdota acerca de ello: “En uno de los primeros Rally de Alemania del mundial formamos parte de los ‘Legends’ y nos quedamos parados en una especial, por avería. Entonces, apareció un señor vestido de Citroën y empezó a preguntarme: “Disculpe, ¿este coche es suyo?, -Sí, lo es, respondí. -¿Y quiénes son estos dos, Chatriot-Perin?, -Pues eran el piloto y el copiloto de este Maxi en Francia y el mundial, a mitad de los 80... El misterioso hombre continuó preguntándome: -Y este tal Perin, ¿quién es?, -Se lo acabo de decir, el copiloto de este coche. Entonces, respondió: -No, ¡YO soy Michel Perin!. Entonces descubrió su camisa oficial de Citroën y su nombre bordado en ella. Casi, literalmente, se me cayó la mandíbula al suelo”.

Todo esto no explica si el Maxi es muy fiel o no al original, pero Brighton prosigue: “Perin inspeccionó el coche y me preguntó un par de veces más si era original o no, pero no le quise responder directamente. Entonces, me pidió entrar en el habitáculo y me llegó a decir: “Huele igual que en 1985”. Entonces le expliqué que era una recreación del original. Que el copiloto original de ese coche reconociese tener esa sensación de familiaridad fue una gran satisfacción”.

No obstante, en otra ocasión, un aficionado tuvo una respuesta diferente. Estando en una exhibición, un enamorado del Maxi 5 examinó a fondo el coche hasta el punto de dar el visto bueno a varios detalles muy específicos y le confesó que estaba fascinado con esta máquina, desde que la vio en directo, en su época. Neil dice que “contesté a este aficionado y le dije que este no era el original y me espetó: “¡Usted no sabe de qué está hablando!” Y se fue”, explica intentando recrear su expresión de sorpresa de entonces. “Supongo que pensó que yo era un ricachón que me había comprado el coche y que no tenía ni idea de sus características”.

Por último, lo que un aficionado debe entender es que estos coches, pese a su aparente robustez, se rompen y se averían: “En su día, los mecánicos de Renault cambiaban con frecuencia la caja de cambios a estos coches, porque sabían que no duraban mucho. Con el tiempo he aceptado que estas máquinas tienen averías y que, aunque una pieza en concreto que sé que falla pueda parecer que está en buen estado, debo cambiarla porque si estiro un poco su vida de uso, a buen seguro se romperá”, concluye el inglés.

“Vinimos al rally el año pasado, y algunos problemas mecánicos no me permitieron disfrutar de la prueba. Este año he vuelto porque quería hacerlo mejor y no tener problemas. Sin embargo, a los 4 kilómetros del inicio del primer tramo nos paramos por un problema con un manguito”.

“Hace años que participo en este tipo de pruebas. Primero fui copiloto en un Metro 6R4, y más recientemente quería probar fortuna como piloto y en mi propio coche, aunque fuese de exhibición. El caso es que en Inglaterra no puedes hacer eso. Allí, a lo sumo, puedes hacer un eslalon o irte de tandas, porque para rallies de este tipo no se cierran carreteras. En este Rally Moritz Costa Brava nos tratan bien, la organización es muy buena, está encima de todos los detalles y siempre me ha parecido una prueba interesante”.

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