Por Raymond Blancafort
Cuando se hagan la lista de los personajes más importantes del mundo del automóvil, el nombre de Ferdinand Piëch deberá aparecer en todas las listas: como directivo, como ingeniero, en las del deporte como creador de algunos de los mejores coches de la historia, como “salvador” y refundador del grupo VW.
Ferdinand Piëch, falleció el domingo 25 de agosto de 2019 por la noche, a la edad de 82 años. Mientras comía en un restaurante se encontró mal y fue trasladado a una clínica de Baviera, donde falleció horas después dejando tras de sí una larguísima trayectoria tanto como ingeniero como en su rol de máximo directivo de empresa.
Ferdinand Piëch fue llamado a salvar el Grupo VW que estaba atravesando por unos momentos complicados. Le pedían que hiciera con el Grupo, lo que había hecho con Audi.
Verle al frente del Grupo podría parecer algo natural. Su abuelo fue Ferdinand Porsche, el fundador de Porsche, pero también el creador de VW cuando Hitler le encargó que diseñara y construyera “el coche del pueblo”. Su padre era Anton Piëch, abogado de Ferdinand Porsche desde que en 1925 defendió sus intereses frente al grupo Daimler y también su yerno, ya que se había casado con Louise Porsche. Anton Piëch había estado al frente de VW entre 1941 y 1945. Y por si fuera poco, Porsche Holdings –donde estaban tanto los Piëch como los Porsche– era uno de los mayores accionistas de VW, sino el mayor.
Quizás nunca hubiera estado al frente de VW de no ser por las continuas diferencias entre los clanes Piëch y Porsche a propósito de la marcha de Porsche. Desavenencias que acabaron con la salomónica decisión de “prohibir” a los miembros de la saga familiar trabajar en Porsche, aunque seguirían estando sentados en el Comité de Vigilancia.
Ello forzó su salida de Porsche, donde era responsable técnico, tras haber comenzado a trabajar una vez graduado como ingeniero en Zurich, a las órdenes de su tío Ferry. Bajo su dirección, Porsche realizó sus mejores coches de competición, el 908 y el 917.
Piëch recaló en Audi donde impulsó la creación del Audi Quattro, entre otros modelos. El potente resurgir de la marca de los cuatro aros hizo que fuera llamado en 1993 a dirigir el renacer del Grupo VW, que estaba atravesando por una gran crisis.
No sólo devolvió VW a la rentabilidad sino que solucionó sus problemas de calidad y altos costos, sin que ello repercutiese en el empleo ante el aplauso de accionistas y sindicatos. A partir de ahí inició una actividad expansiva espectacular. Bajo su mandato Volkswagen adquirió Skoda, Lamborghini, Bentley y Bugatti. Per también la marca de motocicletas Ducati o las firmas de vehículos de transporte MAN y Scania.
Pero sobre todo evitó que Porsche comprara el Grupo a través de Porsche Holdings, tras un forcejeo con sus primos. “Si quiero lograr algo, abordo el problema y lo supero sin darme cuenta de lo que sucede a mi alrededor”, escribió en su autobiografía. Piëch se apoyó en las acciones que el estado de Baja Sajonia tenía en VW, que le daban la opción de bloqueo. E invirtió la situación: acabó comprando Porsche.
El Grupo VW es hoy el mayor grupo de la industria del automóvil, en pugna con Toyota. El merito de Piëch, según el historiador del automóvil John Wolkonowicz, “fue construir de la nada la compañía de automoción más grande y exitosa del mundo”.
Siempre se salió con la suya, impuso su voluntad… hasta que en 2015 el Consejo de Supervisión decidió renovar la confianza en Martin Winterkorn y ello le llevó a dimitir poco después de la presidencia del Consejo de Vigilancia mientras su última mujer, Ursula, también dejaba el cargo. Todo ello sucedió justo antes de que estallase el escándalo del ‘diéselgate’, que le ha costado a la compañía una cifra sobre los 30.000 millones de euros.
Ferdinand Piëch se casó cuatro veces. Su primera mujer fue Corina Von Planta, con la que tuvo 5 hijos. Se divorció para casarse con su cuñada Marlene Maurer –que estaba casada con Gerhard Porsche–, con la que tuvo dos hijos. La tercera mujer fue Herma Hutter, con la que también tuvo 2 hijos. Y finalmente se casó con Ursula Plasser Piëch, a la que había contratado como institutriz de sus hijos. Con Ursula tuvo 3 hijos y además ha tenido dos hijos extramatrimoniales.