Vic, ciudad en la que se conocieron Alex Crivillé y Markko Märtin 



Por Rosa Tantiñà. En estos días que la competición del motor es nula y que el trabajo en los archivos, en cambio, se multiplica por las tareas de revisión, clasificación, consultas… se nos disparan los recuerdos cuando encontramos fotos de vivencias que ya ni recordábamos.

La que os contamos hoy pasó en octubre de 2003, en los prolegómenos de la celebración del Rally Catalunya-Costa Brava y con dos grandes figuras como protagonistas: el exCampeón del Mundo de 500cc, Alex Crivillé, y el entonces líder del equipo Ford BP Rallye Sport, Märkko Martin.

¿Un encuentro casual? Por supuesto que no. Fue organizado y creado al cien por cien entre las paredes de JAS Info Service, con el beneplácito y la total colaboración de Ford España, que convenció al equipo de rallyes sobre esta inusual visita que pasaría a los anales de la historia del mundo del motor, teniendo Vic como sede.

Y es que para una mente inquieta como la de Josep Autet, siempre alerta de las oportunidades a las que deben sacársele todo el jugo, rápidamente vio que podíamos montar una reunión entre dos ovacionados pilotos que por aquel entonces formaban parte de nuestro ámbito de actuación… y nos animó a todos a trabajar para conseguirlo. Al contar con toda la confianza de ‘Crivi’, el montaje fue intenso pero en ningún caso complicado. Como siempre, trabajamos duro pero el objetivo fue alcanzado.

¿Y cómo acabó lo que nos habíamos propuesto? ¡Con nota! Crivillé abrió las puertas de su gimnasio ‘Fitness Vic’ al piloto de Ford que accedió de buenas a primeras a conocerle y a realizar una visita a las instalaciones al final de la primera jornada de reconocimientos del Rally Catalunya-Costa Brava, que se corría por carreteras cercanas a esta ciudad. Primera oportunidad, totalmente circunstancial, aprovechada.

En la visita el estonio estuvo acompañado en todo momento por Alex Crivillé, que le mostró personalmente las instalaciones, así como por Jaume Palau, Director Técnico de las mismas y antiguo preparador físico del exCampeón del Mundo. Markko probó algunos aparatos y saludó a algunos clientes del gimnasio que reconocieron a los dos deportistas del motor. Si otro objetivo era gozar de ello, esta oportunidad también fue aprovechada, ya que todo acontecía de forma tan normal que casi no nos lo podíamos creer. Y todos empezamos a respirar tranquilos y a relajarnos.

El encuentro no acabó sin que Markko invitara a Crivillé al shakedown que tendría lugar el jueves pre-rally, para mostrarle en directo las características del Ford Focus RS WRC 03 que estaría utilizando durante el Rally Catalunya. Vaya subida de adrenalina para un hacedor de ‘caballitos’ encima de una moto, ya os podéis imaginar su cara, aunque todos sabemos que Alex no es muy expresivo, menos hace 17 años.

La reunión fue muy distendida y trascurrió por todas las salas de la instalación, piscina cubierta incluida: charlamos, comentamos, reímos, aprendimos, hicimos fotos… y todo como si de dos usuarios del gimnasio se tratara, y no de un par de auténticos talentosos de las dos y cuatro ruedas.

Lo que aquel día pudimos vivir los que estábamos congregados por tan exclusivo encuentro es que la humildad y la capacidad era un denominador común en ambos pilotos ganadores. Märtin, estonio y poco acostumbrado a las celebridades ni a ser reconocido en donde iba, explicaba sincero que “no busco ser famoso, sólo correr y ganar, y creo que en esto me parezco bastante a Alex”, palabras a las que el de Seva asentía, mientras miraba al suelo en ese posado de chico más vergonzoso que famoso, aunque ya era mundialmente reconocido. Éste, por su parte, accedía a la invitación del equipo Ford de conocer el Focus y sorprendía a todos afirmando que le gustaría correr una carrera del nacional de rallyes… Genio y figura aunque sin armar nunca revuelo.

Pasaron ambos eventos y llegaba el rally. Ese 2003, Markko Märtin había firmado dos victorias con Michael Park en el Acrópolis y en el 1000 Lagos de Finlandia. En Catalunya se subió al tercer eslabón del podio tras Gilles Panizzi y un pujante Sébastien Loeb… y al año siguiente, lo ganó. Desgraciadamente y ya en las filas de Peugeot, en la siguiente temporada y en la última prueba del mundial de Gran Bretaña sufrió un grave accidente al chocar contra un árbol en el que su copiloto falleció, anunciando inmediatamente su retirada de la alta competición. Alex Crivillé, en 2003, llevaba ya dos años retirado pero, a pesar de todos los sucesores que han liderado y lideran MotoGP, siempre será recordado por levantar ese cetro mundial en 1999. ¡Qué recibimiento en Seva!... Pero ésta es ya otra historia, que también tiene un rincón en nuestro archivo.

Desde JAS, este es nuestro tributo a dos grandes campeones que un día tuvimos juntos, en Vic, nuestra casa.

Rosa Tantiñà
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