Historia: Simeón Ribes, el último eslabón 



Por Josep Autet (1982). 
Autohebdo. 

En las últimas temporadas, dentro del fuerte movimiento deportivo existente en Catalunya, se ha dado un caso curioso con una serie de copilotos que iban sucediéndose al volante, con tanta eficacia como sus antiguos jefes de aventuras. La cadena la inició Joaquín Reyes hace ya unos años. Por aquel entonces Reyes tenía como copiloto a José Mª Galadies, quien al coger el volante asombró a todo el mundo. Pues bien, el copi de Galadies se llamaba Joan Antoni Llambés que, asimismo, se pasó al pilotaje con grandes actuaciones.

La cosa continuó, pues el acompañante de Llambés fue Francisco Rastrollo, tercero del Zanini-Racing/81 y participante en la Copa Panda de este año. Durante su campaña de 1981, Rastrollo estuvo asistido por Simeón Ribes, nuestro hombre de hoy, que en marzo de este año debutaba en competición, estando a punto de clasificarse como subcampeón del Zanini-Racing/82 y siguiendo fiel a la tradición al configurarse como último eslabón de la ya larga cadena. Veremos si su navegante, Óscar Larrosa, es capaz de continuarla.

Simeón Ribes Castells es el claro personaje que en su día ejerció de copiloto porque no podía hacer otra cosa. En cuanto pudo se puso a pilotar: “yo participé el pasado año (1981) con Francisco Rastrollo en el Zanini-Racing, pero, al igual que en cada principio de temporada, en enero me propuse pasarme a la izquierda del habitáculo. Por aquel entonces disponía de un FL, coche que cambié a mi padre por un Fiesta 1300-S que él tenía. Ahí empezó todo...”. Como todo el mundo, pagó su novatada “en el Rallye Tarrauto me salí entrenando y pude repararlo justo para correr el rallye. De todas maneras tuve problemas y me clasifiqué muy mal. Las mejores pruebas que he hecho son para mi Berga y Collbató, aunque en el Vallés logré el primer scratch en el difícil Rellinars”.

Con todo, Ribes tiene una espina clavada desde el pasado Rallye Olot: “me concedieron un minuto de más en un tramo quedándome apeado de una buena clasificación”. De todas maneras Ribes ha sorprendido, pues sus actuaciones siempre han sido muy buenas “casi todo lo he aprendido de Rastrollo, con el que empecé y con el que estoy muy bien relacionado, de manera que este año incluso le he hecho de copiloto en dos rallyes de la Copa Panda”. Su mirada está puesta, ya, en el año que viene, “deseo, sobre todo, poder disponer de alguna ayuda del Zanini-Racing, con el que me gustaría realizar alguna cosa importante en 1983. A mi me iría ideal correr la Copa Ford o en alguna carrera con los nuevos Samba. A mi me van mucho estos pequeños tracción delantera”.

A la pregunta obligada de cómo entró en esta competición, Ribes es claro: “con mi anterior FL ya participé en aquel primitivo Rally de Viladrau, que organizaron Zanini y compañía. A mi me pareció perfecto pues era asequible y a partir de ahí ya me hice más asiduo. Hablando con Holke en el pasado Rallye de La Vendimia, me preguntó qué era esto del Zanini-Racing y al írselo explicando se quedó sorprendido por la idea. Creo que mucha gente aún no sabe lo que es esto, ni mucho menos lo rápido que se va en nuestras carreras. A mi me ha salido bastante barato y con las ayudas de Auto Venta Nayach y el Pub Plato,3 he ido costeando las pruebas. De todas maneras al irse tan al límite debes tener una mecánica puesta muy a punto”.

¿Podremos ver nuevamente a este joven valor en el Zanini-Racing/83? Sería, quizá, lo más aconsejable, puesto que sería el máximo favorito.

Nota 1 de JAS/2020: El Campeonato Zanini-Racing no se organizó en 1983.
Nota 2 de JAS/2020: Quedan claros los equipos de que habla el reportaje, el resumen es el siguiente: Joaquín Reyes-José María Galadies, José María Galadies-Joan Antoni Llambés, Joan Antoni Llambés-Francisco Rastrollo, Francisco Rastrollo-Simeón Ribes, Simeón Ribes-Óscar Larrosa… ¿continuó la cadena? La respuesta, mañana…

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