Historia: La bandera a cuadros 



Por Rosa Tantiñà.

The Chequered Flag, esa pieza de tela cuadriculada que algunos apuntan que es la bandera más antigua que existe y la más anhelada de ver por los pilotos, símbolo de cierre de cualquier competición de motor.

La bandera a cuadros, nuestra Chequered Flag en concreto, la vimos caer el 17 de mayo de 2009. Con el paso de los años, en nuestro trabajo hemos presenciado ondear montones de ellas en circuitos y en otros terrenos, incluso las hemos movido con fuerza nosotros mismos, pero ese día bajábamos la bandera a un periplo de trabajo abismal en nuestra particular carrera contrarreloj para documentarnos, organizar, contactar, convencer, crear, escribir, fotografiar y, en el fondo, culminar un proyecto que se nos había encargado unos meses antes y que lo llevamos a cabo con la mayor pasión posible.

Y si hay bandera ajedrezada siempre hay también un oficial que la maneja. Recuerdo perfectamente el día que Salvador Claret nos contactó y nos explicó la idea: Había la oportunidad de montar una exposición para hacer un exhaustivo repaso al pasado y al presente de la automoción mundial, con la competición como referente en el desarrollo de esta importante industria. Qué temazo pero, a la vez ¡que idea más difícil de acotar!

Impulsor de muchísimos eventos, no era una cosa unipersonal de Claret y había un cierto temor de no acordelar bien la amplísima historia por la posibilidad de dejarse involuntariamente escenas fuera, por lo que el trabajo requería precisión, saber y contactos. Además, detrás había la persistencia y, a la vez, el aval del Consell Comarcal del Vallès que contaba ya con la colaboración de la Generalitat de Catalunya a través de su departamento de Turismo, el Circuit de Catalunya y un listado importante de ayuntamientos con el fin de promocionar el territorio. Salvador Claret se erigía pues como comisionado al ser voz autorizada dado su background en el legado del automóvil y la motocicleta y, como no podía ser de otra forma, la muestra tenía que ubicarse en Montmeló, utilizándose el Espai Tribuna Vallès Motor. Pero por la magnitud del proyecto, no podía trabajar solo. Y llamó a la puerta de JAS.

La visita a nuestra oficina fue de lo más fructífera. Salvador Claret se sentó y nos dio solo cuatro datos, pero fueron más que suficientes para animarnos a seguirle, ya que para llevar a cabo todo el proyecto hacía falta recabar un equipo entregado y que creyese en él.

La exposición se llamaría ‘The Chequered Flag. La Fuerza del Automovilismo’, se podría visitar del 6 de febrero al 17 de mayo de ese año 2009 (haciendo un guiño al GP de Catalunya de F1) y apuntó que, además de colaborar con grandes nombres de la competición en activo, habría vehículos, fotografías, indumentaria, carteles, trofeos, neumáticos, etcétera, todo ello reunido para que los visitantes pudieran ver uno de los mejores fondos históricos y un extenso material museográfico que de forma temporal haría que Catalunya diese mucho de qué hablar. Una maravilla.

¡Y manos a la obra! Todo el trabajo de meses se resumió en visibilizar cuatro grandes áreas que eran los pilares de la muestra. En la entrada, basándose en la cronología, se exhibía la ‘Época Heroica’ (1895-1918) dedicada íntegramente al nacimiento y a los primeros años de la competición del motor. Desde los motores de vapor a los eléctricos, desde la Gordon Bennet a las tres ediciones de la Copa Catalunya, un homenaje al clásico con la presencia de un Hispano Suiza de 1910 y un recuerdo para los Anglada, Hormiguer, Samford o Iberia, entre muchos otros. Impresionante sala.

Un segundo espacio reunía lo referente a las ‘Grandes Marcas’ (1918 a 1940). Ahí se hacía un salto al boom industrial del automóvil y especialmente se hablaba de las marcas que habían orientado sus vehículos a la competición: Fiat, Renault, Delage, Bugatti, Alfa-Romeo, Mercedes-Benz, Auto Unión. Ante un universo tan grande, no nos olvidamos de los Grandes Premios en España durante ese periplo: El Gran Premi Peña Rhin, el Trofeo Armangué o el Gran Premio de Lasarte, por ejemplo.

La tercera área se dedicó a la ‘Creación y Consolidación de la Fórmula 1’ (1945-1990), una de las especialidades con más seguidores y con más renombre mediático dentro de las carreras. Además de su historia y sus personajes, entre los coches exhibidos se encontraba un Ferrari 553 FI Súper Squalo de 1954, un Pegaso Z-102 Spyder Pedralbes de 1953, o un Authi Morris Mini 1275 GT Me-Pre de 1973. Ese apartado hacía honor también a los circuitos españoles que tantas jornadas de gloria dieron y dan: El mítico Circuito de Montjuïc (1933-1986) y su trazado técnico y rápido; el Circuito de Pedralbes (1946-1954), nacido de la apuesta personal de Joaquim Molins, o los autódromos de Jerez y Jarama. También se dio un buen homenaje a los pilotos nacionales más importantes cuyos nombres forman parte de nuestra historia: desde Joaquín Palacio hasta Álex Soler-Roig pasando por Juan Jover, Francisco Godia, Antonio Creus, Alfonso Cabeza de Vaca o Juan Fernández.

La salida de la muestra versaba sobre la ‘Consolidación de la Automoción en Catalunya’, desde 1991 a 2008 –por aquel entonces, el presente–. Aquí brillaba el Circuit de Catalunya como aglutinador de aficionados y punto internacional de encuentro de la velocidad de este país. Entre los coches de exhibición estaban un Seat Toledo Cupra ETCC de 2004 y un Renault R26 FI de 2006, monoplaza con el que Fernando Alonso revalidó el título mundial.

También se presentaba una interesante relación bibliográfica de los pilotos españoles más importantes de la historia de la especialidad, desde Emilio de Villota hasta el mismo Alonso, incluyendo a Luis Pérez Sala, Fermín Vélez, Adrián Campos, Pedro Martínez de la Rosa, Marc Gené o Oriol Servià, sin olvidar nombres en aquel entonces prometedores como Daniel Campos-Hull, Miquel Molina, Aleix Alcaraz, Jaume Alguersuari, Dani Juncadella, Javier Tarancón o Miki Monràs. Algunos de ellos estuvieron presentes en persona.

Hubo una première para prensa y personas relacionadas el día antes de abrir puertas, el 5 de febrero de 2009, acto muy seguido y con comentarios que nos dejaron respirar tranquilos. Sabíamos que la exposición era única e iba para nota, pero a partir de aquel momento faltaba lo más importante: que el público opinara lo mismo. Trascurridos los más de cien días de apertura y tras esa caída de la bandera de cuadros para nuestro equipo, el resultado fue que logramos atraer las miradas de personas de Catalunya, del resto de España… e incluso visitantes de tres continentes: Europa, América y Asia, venidos para asistir al GP de F-1. En total, centenares de aficionados procedentes de 28 países distintos y satisfechos por haber tenido acceso a un bellísimo recorrido de acceso al importante fondo histórico y el extenso material museístico reunido.

Ante el éxito que supuso la muestra nos pusimos a trabajar en lo que parecía considerarse una segunda parte, en esta ocasión centrada en el mundo de las dos ruedas bajo el título “The Chequered Flag. La Pasión por el Motociclismo”. Y volvimos a armarnos de ilusión, pero pronto se desvaneció.

Habréis oído una conocida frase que dice “La pasión por lo que haces te hará entender que los límites son mentales”. Aunque no todos, querid@s amig@s: en el mundo del motor, los límites son eso, límites… Y ahí lo dejo. Real es, no obstante, que aquel 2009 el automovilismo venció su carrera mientras que el motociclismo y su historia veían la bandera de cuadros antes de iniciar la salida. La anécdota está servida.

Rosa Tantiñà
JAS Info Service 2020

Raimon d'Abadal, 29 • 08500 Vic | 938 852 256 | jas@jas.es