Historia: Brisamar 1965, una carrera trágica 



Por Josep Autet.

Escaneando carretes del gran Mario Chavalera, una labor lenta y anónima pero absolutamente imprescindible para salvaguardar el patrimonio gráfico del nuestro deporte del motor, coches y motos, hemos dado con un material que Mario obtuvo el 30 de mayo de 1965 en un circuito urbano ubicado en una zona urbanizada a pie de playa en Comarruga, Tarragona. Según las crónicas de la época, este circuito estaba diseñado en un triángulo formado por tres rectas escogidas por las calles de mayor anchura, pero con el asfalto en muy malas condiciones, abundantes desconchados y gravilla en los bordes.

Un sitio infame para correr velocidad en moto, pero ese tipo de trazados era lo único que existía para la práctica de este deporte en aquellos años 60. Sí se corría en Montjuïc, pero si bien el asfalto y todo el circuito en general era otra cosa en comparación con estos trazados de pueblo, tampoco descubriremos nada si afirmamos que no es que el circuito de la montaña fuera un portento en cuanto a seguridad física para los pilotos de motos.

En todo caso hoy no pretendemos nada más que hacer una modesta pincelada a lo que sucedió ese día y compartir algunas fotografías tomadas por Mario en este infausto III Premio motociclista Brisamar, del 30 de mayo de 1965, aunque en los carretes no hay ningún fotograma relativo a la desgracia que se vivió. En la carrera de 125cc de este premio encontró la muerte un grandísimo campeón motociclista de la época, Ramón Torras, piloto oficial de Bultaco y autor de grandes actuaciones, tanto dentro como fuera del país. Torras participó en esta competición para probar y poner a punto su moto de cara a otras competiciones de mayor rango, pero el destino quiso que perdiera la vida haciendo este cometido. El día era gris y lluvioso pero todos estos valientes afrontaron la cita como cualquier otra.

Era una época en que la rivalidad entre Bultaco y Montesa estaba en uno de sus puntos más altos y en las carreras nacionales Torras y su Bultaco tenían como uno de sus grandes rivales al tarraconense José María Busquets, con Montesa. Respecto a la que fue última carrera de Ramón Torras Figueras, la de Comarruga, hemos preferido que una de las crónicas de la época la explique tal cual se publicó, en este caso en La Vanguardia, texto escrito por el mítico periodista Luis Dupré. Más abajo van los textos…

Ramón Torras nació el 22 de diciembre de 1942 y falleció el 30 de mayo de 1965, tenía pues 22 años. Los títulos nacionales que se adjudicó Torras y se mencionan en los textos fueron los de 125cc de 1962 y 1964; de 175cc de 1964; y de 250cc de 1964, todos con Bultaco. Esta tragedia terminó también con la propia pista tarraconense y sus carreras.

La Vanguardia, martes 1 de junio de 1965
(Por Luis Dupré)

Durante la celebración del III Premio motociclista de Brisamar, halló la muerte Ramón Torras

Bajo la organización de Moto Club Vendrell, en un circuito habilitado en la playa de Comarruga, se disputó el domingo el III Premio Brisamar de motociclismo y en la última vuelta de la carrera de la clase 125 c.c Competición, sufrió un grave accidente, en el que perdió la vida, el corredor de «Bultaco», Ramón Torras.

El infortunado corredor que tomó la salida algo retrasado, fue adelantando uno a uno a los demás corredores, hasta quedar en tercera posición detrás de sus compañeros de marca Aschl y Medrano. Cuando estaba a punto de rebasar a Aschl, derrapó, perdiendo terreno. Aceleró nuevamente, consiguiendo adelantar a Aschl y alcanzando después a Medrano, con el que quedó aparejado. En su intento para adelantar a su contrincante, dio un nuevo acelerón en un tramo recto del circuito, pero al llegar a la curva, la velocidad que había tomado, unos 160 kilómetros por hora, resultó excesiva; la máquina salió de la pista y el cuerpo de Ramón Torras fue a chocar contra un árbol, rebotando contra otro menos corpulento que partió y luego contra un tercero. Faltaba aproximadamente media vuelta para terminar la carrera, cuando ocurrió el accidente.

Recogido inmediatamente por las asistencias de la Cruz Roja, fue trasladado a la clínica de la residencia del Banco Hispano Americano, sita en el lugar, en donde fue atendido de urgencia por el propio presidente de la Federación Catalana de Motociclismo, doctor Don Ignacio Ribas Noguer y posteriormente trasladado a una clínica de Tarragona, donde los auxilios de la ciencia no pudieron evitar el fatal desenlace.

La consternación que produjo el accidente de Ramón Torras, decidió a los corredores que debían tomar parte en la prueba de 250 c.c, de abstenerse de participar en esta carrera.

En las tres carreras celebradas, resultaron vencedores: en la de 50cc, Ángel Nieto, con «Derbi»; en la de 125cc Sport, José L. González, con «Bultaco»; y en la de 125cc Competición, José Medrano, con «Bultaco».

Clasificaciones

Clase 125cc Competición
1. José Medrano «Bultaco», 24-42-7
2. Mauricio Aschl «Bultaco», 25-03
3. Enrique Escuder, 25-53
4. Salvador Cañellas

50cc Competición
1. Ángel Nieto «Derbi»
2. Salvador Cañellas «Derbi»
3. José María Busquets «Derbi»
4. Juan Parés
5. José Mora

125cc Sport
1. José L. González «Bultaco»
2. Ricardo Gomar
3. Antonio Martínez
4. Ángel L. Mínguez
5. Luis Aguilar

La prueba de cincuenta centímetros cúbicos se disputó a una vuelta menos, ya que paró la carrera para evacuar a Ramón Torras, suspendiéndose la correspondiente a la categoría de 250cc.

Fatal destino de un gran Campeón

Ramón Torras, de 21 años, natural de Sabadell, cuádruple campeón de España de velocidad; el corredor que millares de barceloneses vieron batirse en el circuito de Montjuich hace cuatro semanas, con los mejores pilotos mundiales, ha muerto.

En un día gris de ciclo plomizo, Comarruga, playa de la Costa Dorada, el domingo se tiñó de sangre. Un corredor excepcional, el mejor que hemos tenido jamás en España, tuvo su encuentro definitivo con la muerte, de la que se libró en Pau y a la que había burlado varias veces.

Un experto corredor Italiano que con él había combatido, dijo una vez de Ramón Torras, “si llega a los veinticuatro años será un corredor fabuloso”. El estilo impetuoso de Ramón Torras, arrollaba a los demás contrincantes, a los que desconcertaba con sus impulsivas maneras y con sus maniobras inverosímiles que asombraban a todos. Llevaba prendido en su alma el espíritu fogoso de la raza y su afán de triunfo era tan extenso, que cuando tenía la victoria en la mano, todavía pretendía apuntarse la vuelta más rápida. Este afán desmesurado le privó algunas veces de éxitos seguros.

El malogrado Ramón Torras no ha tenido tiempo de cubrir este plazo de tres años que le quedaban, para, según el experto, alcanzar la plenitud y correr más con el cerebro que con el corazón.

Para el motociclismo español, la pérdida de Ramón Torras es irreparable. Cuando le sorprendió la muerte, ostentaba cuatro títulos de campeón de España; se mantenía excelentemente colocado en las puntuaciones para el campeonato del Mundo; poseía las Medallas de Oro de Barcelona y de Sabadell; las del Mérito de la Real Federación Española de Motociclismo y de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes. Estas recompensas eran el reconocimiento a sus victoriosas actuaciones internacionales, donde el nombre de Ramón Torras se estaba haciendo famoso.

En Italia, Francia, Alemania y Estados Unidos, la presencia del corredor español mereció los más elogiosos comentarios de la prensa especializada. Los más famosos pilotos internacionales le temían. En Montjuich vimos cómo mantuvo en jaque a un campeón mundial de la talla de Phil Read y cómo llegó a desorientar a Mike Duff, dos hombres clave del equipo «Yamaha», la máquina campeona del mundo.

En plena juventud, nos ha dejado este corredor de la tímida sonrisa, modesto y valeroso a la vez, y con un irresistible afán de victoria, en ciernes el gran momento de su plenitud deportiva. Como muchos otros, murió con el casco puesto.

Luis Dupré

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