Coches de colección, una inversión segura 



Por Josep Autet.

No son un cuadro, ni una escultura, ni tan sólo un objeto de culto, lo que son en realidad ¡es todo eso junto! El automóvil de colección, una máquina de calidad real y palpable, es un elemento que reúne todas las condiciones para ser considerado una obra de arte. Los números a los que llegan en las subastas o en la venta entre coleccionistas lo explican por sí solos. Cierto que el precio de una pieza muy preciada lo pone el mercado y ese tipo de especulación tan exagerada que sólo los buenos bolsillos pueden estipular, pero el asunto es el que es…

En 2022 el mundo del arte en general vivió la mejor temporada de su historia hasta el punto que las dos principales empresas de subastas, Sotheby’s y Christie’s, superaron sus propios récords de ventas que llegaron, entre ambas, a más de 16.000 millones de euros, cifras mareantes que indican la de dinero que circula por ahí y que las penurias o dificultades económicas que presiden el día a día son algo que no conoce o no afecta al mercado del arte.

La pieza pictórica más cara de 2022 fue un Andy Warhol de 1964, que se vendió por 195 millones de euros, algo que uno no puede ni comprender, y otras piezas de pintores como Georges Seurat, Paul Cézanne, Vincent van Gogh, Paul Gaugin y Gustav Klint superaron cada una los 100 millones de euros… y detrás vienen multitud de piezas por debajo de los 9 dígitos, mareante, ¿verdad?

Los coches con pedigrí y en muy buen estado, automóviles de coleccionista con un impecable mantenimiento vamos, también son un buen refugio para capitales aburridos. Aunque sin llegar a los precios de los cuadros antes citados, en 2022 se vendieron coches a unos precios astronómicos, ¿qué cual fue el que más caro? Pues un Mercedes-Benz 300 SLR Coupé Uhlenhaut de 1955, una de las dos únicas unidades que se construyeron y que es un derivado de los Mercedes W196 de F-1 que utilizó Juan Manuel Fangio y de la barqueta 300 SLR que nunca vio la luz.

Parece ser que este valioso 300 SLR fue creado por el ingeniero Uhlenhaut para participar en la carrera Panamericana, aunque finalmente no se construyó en serie, por eso se quedó prácticamente en pieza única. ¿Y qué precio alcanzó esta unidad tan exclusiva de la marca de la estrella? Pues en una subasta de RM Sotheby’s realizada en el propio museo de Mercedes en Stuttgart se adjudicó por ¡135 millones de dólares! A decenas de millones por detrás, pero en todo caso a un precio muy elevado también desde la óptica terrenal, se colocó un Ferrari 410 Sport Spider de 1955 vendido también RM Sotheby’s.

En el ranking de piezas vendidas con elevadas cifras durante 2022 están un Talbot Lago T50 C-55 de 1937 (13.4250.000$), un Bugatti Type 57 SC Atalante de 1937 (10.345.000$), etc. El Porsche 907 de fábrica exAlex Soler-Roig, del que hablábamos hace unos días, y que se vendió en 4.390.000€, figura en octava posición, todo un palmarés en el que los automóviles de colección y el refugio de capitales van más que relacionados, como corresponde al valor seguro en que se ha convertido una buena pieza de cuatro ruedas.

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