Rafael Castañeda: “Antolín nos fabricó los intercomunicadores” 



Aunque su primer resultado top en 1970 lo consigue acompañando a Lucas Sainz en el Rally Costa Brava (terminaron novenos y segundos de grupo 1 con un Renault 8 Gordini), ese mismo año Rafael Castañeda pasó a formar parte de la prestigiosa nómina de copilotos de la famosa Escudería Repsol, siendo fichado para copilotar a Alberto Ruiz-Giménez “el Oso”, con el que lograría el Campeonato de España de Rallyes de 1970, a pesar de que el título de copilotos no estaba convocado aún esa temporada.

Ruiz-Giménez–Castañeda ganarían con Porsche 911S los rallyes Orense, Sherry y del Cid; también lograrían el 2º puesto en el Critérium Luis de Baviera y en los rallyes de España, 2000 Virajes, Firestone y Barcelona–Andorra; el 3º en el Ciudad de Oviedo; y sendos 4º puestos en los rallyes Vasco-Navarro, Pikolín y Fallas, este último con un Seat 1430 de grupo 2 alquilado a Madueño.

Comenta Castañeda: Perdimos el Rallye Firestone porque los de Renfe movieron la palanquita exterior, cerca del faro izquierdo, y el coche se paró en mitad de un tramo... y la maldita ley de Murphy se las arregló para que por primera vez en todo el año se me olvidara la linterna... era noche cerrada... no se veía nada... y perdí mucho tiempo colocándola... También perdimos el Luis de Baviera porque nos cascaron un minuto extra en la bajada de Canencia, en la que volamos bajito. Supongo que no se creyeron nuestro tiempo...”.

Rafael Castañeda, introducido como estaba aquella época en el mundo de los rallyes, en la que era uno de los grandes copilotos, mantenía lógicamente un contacto intenso con sus colegas de profesión, uno de ellos Ricardo Antolín, del que el pasado 16 de febrero, 15 años después de su fallecimiento, publicamos un artículo en su memoria.

Castañeda nos ha hecho llegar un par de detalles sobre Antolín para que los compartamos en esta ventana… “Conocí a Ricardo cuando estudiábamos Ingeniería de Caminos en Madrid. No recuerdo bien si fue él quien me metió en la "onda" de los rallyes, posiblemente sí lo fuera, ya que en 1969 yo corría  los mismos rallyes que él en el Campeonato de Castilla, en el que creo haber quedado en primer lugar como copiloto de Wenceslao Lada.

Al año siguiente nos encontramos muchas veces en las carreras, yo corriendo con "El Oso" y él con pilotos diferentes. El punto principal que me gustaría comentar es que Ricardo nos "fabricó", a Alberto y a mi –y supongo que a varios otros equipos, claro–, los intercomunicadores con los que corríamos los rallyes integrados en el casco.

En aquella época todos íbamos con el embudo y los intercomunicadores no se podían comprar en una tienda, al menos en España, y el era el artista artesano que nos los hizo. Una grandísima ayuda para que los copilotos no nos quedásemos afónicos ¡y los pilotos nos oyeran bien! Era sin duda un gran tipo”.

Con Antolín se fueron acabando–poco a poco– los famosos embudos conectados a una manguera y al casco del piloto. Los rallyes iban evolucionando.

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