¿Qué tengo que hacer en ese badén? ¡Tu pisa a fondo y no te preocupes! 



Por Hortensia Hernández.

Hola amigos y amigas, intentaré resumir mis vivencias en un mundo tan apasionante como es el del automovilismo deportivo.

Nací en un mes temprano de 1949 en una casa de Puerto de la Cruz (Tenerife), donde vivíamos encima de uno de los almacenes de la empresa familiar, dedicada a la importación de vehículos, así que se puede decir literalmente que "nací sobre tornillos”.

Muchos pensaban que era un bicho raro, dado lo poco usual que era ver a una mujer involucrada en el sector del automóvil. Sin embargo, y de forma natural, crecí en un ambiente muy propicio para romper moldes y practicar un deporte que me llamaba mucho la atención, tanto como el mundo de la empresa del automóvil, a la que dediqué mi vida laboral.

Sin abandonar mis estudios de Profesorado Mercantil, alternaba las mañanas trabajando en la empresa junto a mi hermano mayor, quien me contagió aún más su pasión por todo lo relacionado a las cuatro ruedas, incluido por supuesto, la competición.

Y así, en el año 1971, sin poseer coche propio ni experiencia, mi hermano me dice que coja un Simca 1000 del departamento de Usados, un casco y que me presente en la Subida de Güimar, de la que éramos patrocinadores. “¿Y qué tengo que hacer en ese badén?”, le pregunté. "Tu pisa a fondo y no te preocupes", me dijo. Ese es el recuerdo de mi primera participación, que fue ocasional.

En 1972 aparecen los rallyes femeninos en Tenerife y Gran Canaria y participé en ambos. Eran rallyes de regularidad donde la función principal recaía en el copiloto (mi hermana Carmen Q.E.P.D, con la que hice algunas pruebas más, en los años venideros).

En 1973 volví a participar en los dos rallyes femeninos de Canarias y nos atrevimos a dar el salto a la Península, en concreto al Rallye Espejo del Mar (Almería), también de regularidad, en la que terminamos sextas, mejorando una posición respecto a la conseguida un mes antes en el Rallye de Primavera (Gran Canaria).

En 1974 me hice con el primer Simca 1000 Rallye 2. Con el comencé una etapa continuada de pruebas de montaña y rallyes, tanto en Canarias como en Península. Además de los dos rallyes canarios (4ª en Tenerife y 6ª en Gran Canaria), hicimos Almería (6ª), Jerez (6ª) y R.A.C.E. (1ª), un rallye “maratoniano” mixto tierra-asfalto, valedero para los campeonatos masculino y femenino, donde logramos la “Copa de Damas” acompañada de la periodista catalana Mª Ángeles Pujol. Ese año quedé 4ª en el Campeonato de España y OCTAVA, de 65 clasificados, en el Campeonato Nacional “Desafío Simca”, siendo la única mujer participante.

En 1975 logré el 3er puesto del Campeonato de España, después de ganar de nuevo la “Copa de Damas” del Rallye de España (R.A.C.E.), acompañada esta vez de Nuria Llopis. Puntuaban también algunas subidas y gané la canaria del Túnel de la Cumbre y también el Rallye Isla de la Palma, acompañada de Nereida Castro.

Desde el 76 al 79, año de mi retirada, a excepción de R.A.C.E. del 76, en el que no terminamos, mis participaciones, debido a mis obligaciones profesionales, fueron en las Islas Canarias donde prácticamente concurría como única fémina (tónica general en mi carrera deportiva), teniendo que batirme con los demás pilotos dejando el “pabellón femenino” en buen lugar, según opinión de ellos mismos. En ese R.A.C.E. de 1976 participé con un Simca Rallye 2 copilotada por la periodista Olga Hernández Rivadulla, hija del famoso Virgilio, también periodista.

Mis copilotos Mª Carmen Hernández, Pilar Vallejo, Nereida Castro, Mª Ángeles Pujol y Nuria Llopis fueron parte importante e imprescindible de mi carrera deportiva así como Álvaro Pérez, quien me acompañó con éxito en el 1er Rallye Corte Inglés (hoy Islas Canarias) y en el Isla de La Palma.

Siempre fiel a la marca Simca, de los que éramos importadores para Tenerife, conseguimos hacernos con tres Simca Rallye 3, de las mil unidades destinadas a la Simca Racing Team. Hoy conservo unos de ellos con el que participo en algún rallye de regularidad. En total participé en más de 50 carreras, entre rallyes y subidas de montaña.

Y para terminar, tengo que mencionar que en todas las empresas que trabajé, me adjuntaban la responsabilidad del departamento de competición, por lo que estuve detrás de los destinos de los equipos Mitsubishi, Mercedes Benz o Ford.

Además, he sido miembro directivo de algunas escuderías de automovilismo y Comisario Deportivo de la Federación Tinerfeña.

PD:
Hace unos días, Alejandro Carracedo Hernández, a quien doy las gracias, publicó un álbum del II Rallye Islas Canarias de 1974, un gran rallye en el que participe con mi hermana Carmen (q.e.p.d.). La 1ª etapa se disputaba en Tenerife y la 2ª en Gran Canaria. Allí nos trasladamos en régimen de parque cerrado y en avión, directamente al puerto de Las Palmas donde nos entregaban los coches. Recuerdo la espera en el muelle que se hizo de noche e interminable.

Tanto es así que el Jefe de Competición de SEAT España, el Sr. José Juan Pérez de Vargas, decía: "Dejen ir a estas chicas a dormir y nosotros les llevamos el coche". Y ahí nos mantuvimos, como tenía que ser, con el resto de los pilotos.

El Rallye genial, siendo nosotras las primeras de los SIMCA en Tenerife y no tan bien en Gran Canaria, donde el desconocimiento del terreno se nos hizo un poco "cuesta arriba".

¡Terminar fue todo un éxito!

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