Club 600 Barcelona y Resistencia, capítulo 3, por Antonio Arderiu.
1972: I 400 km de Barcelona.
Como he expuesto anteriormente, el año anterior se había creado el Campeonato de Europa de Marcas para prototipos hasta 2 litros, carreras de resistencia corta de alrededor de 3 horas. Este certamen, creado en 1970, despertó un gran interés y al año siguiente tuvo un éxito espectacular. La FIA, como de costumbre, cambió las reglas a poco de empezar y así no se permitía el cambio de piloto, por lo que las carreras debían tener un máximo de 500 km. Al Club 600 no podía escapársele esta oportunidad y organizó los míticos 400 km de Barcelona, con la suerte de que esta prueba, celebrada en octubre, decidiría el campeonato, así que vinieron todos los participantes en el mismo. Hay que decir que la carrera también puntuaba para el Campeonato de España que, este sí, permitía el cambio de piloto por lo que, cuando José Mª Juncadella rompió su Chevron, se reengancho con el coche similar de Paco Josa.
En esta ocasión no hubo que pedir auxilio a Enrique Coma-Cros, aunque su mano izquierda se vio en muchas cosas. La comida en El Canario de la Garriga se mantuvo pero la inscripción, por si sola, se llenó. Vinieron los Abarth-Osella oficiales, con Arturo Merzario y Toine Hezemans a la cabeza; los Lola T290 que les disputaban el Campeonato de Marcas, conducidos por Gérard Larrousse, Guy Edwards y Jean-Louis Lafosse; y los Chevron B21 del Canon Racing Team de Bob Wollek y John Burton. Escudería Montjuich hizo como las marcas de champagne y trajo un equipo “pata negra“, la denominada asociación Escudería Montjuich–Red Rose Racing, con José María Juncadella, Niki Bosch, Paco Josa y John Bridges, los cuatro pilotando los muy competitivos Chevron B21-Ford oficiales. Y la Escudería Montjuich a secas, con Juan Fernández, Javier Juncadella y Miguel Brunells, en este caso a bordo de los Chevron B19 y, el último de ellos, en un Martin-Ford desconocido.
Otros pilotos ”de casa“ presentes fueron Jorge de Bagration, con Abarth-Osella; Paco Torredemer, con un Lola T290 de la escudería de Jo Bonnier; Jorge Pla, con un Abarth 2000 al igual que Luis Roqué y José Mari Palomo. El suizo Claude Haldi participó con su Porsche 911S, al igual que Bengt Ekberg, siendo ellos los únicos “no barchettas”.
Los entrenamientos del viernes lo fueron bajo la lluvia pero no así los del sábado, que sirvieron para formar la parrilla de salida. Esta quedó formada como sigue (por filas): Merzario–Edwards–Wollek, en primera fila; Hezemans–Larrousse, en la segunda; Burton–Bagration–Lafosse en tercera fila; Grainal–Niki Bosch, cuarta fila; José Mª Juncadella–Swietlik–Javier Juncadella, quinta fila; y así hasta seis filas más.
La carrera, que se corría a una única manga, empezó con espectáculo: Arturo Merzario salió en tromba y su rival Guy Edwards tardó 20 segundos intentando arrancar. Al primer paso por meta, Merzario, Wollek y Burton sacaban 2” al pelotón. En meta estaba el coche de Martin Raymond (Chevron B21) que no se ponía en marcha. Pasa Max Cohen-Olivar, ve el coche parado, se desequilibra y empotra su coche en el muro. José Mari Palomo, que iba a su rueda, no lo puede esquivar, golpea el coche de Olivar y lo despide hacia donde está el coche parado, al que golpea… ¡¡y se pone en marcha!! Juan Fernández tampoco puede evitar el coche de Olivar y también lo golpea, debiendo abandonar. Mientras tanto, vuelven a pasar los primeros que hacen como una especie de gymkhana entre los restos de coche esparcidos por toda la pista.
Merzario volaba sobre Montjuich. Ya en la quinta vuelta llevaba 11 segundos a su perseguidor, Bob Wollek. José María Juncadella tiene que abandonar pero como se jugaba el Campeonato de España y en el reglamento del mismo (no en el del europeo) se permitía el cambio de coche, la Escudería Montjuich decidió sacrificar a Paco Josa, que rodaba muy bien y cómodo en el 8º puesto, obligándole a ceder su coche y, de esta forma, garantizar a Juncadella, Don José María, el título que ganó por abultado margen.
En la vuelta 38, el Abarth-Osella de Merzario se para a la entrada de la recta del Estadio. Arturo salta del coche, atraviesa la pista y recoge, en su box, un condensador del distribuidor, que el mismo instala en el coche y vuelve a arrancar pero ya en 11ª posición. A partir de este momento empezó el verdadero espectáculo pues Arturo Merzario inicio una remontada espectacular, marcando récords de vuelta rápida uno tras otro. Pero no pudo ser y llegó el tercero a la meta, por detrás de Burton y Bridges, que habían hecho una carrera muy conservadora y sin estridencias. Pero el recuerdo de la remontada del Abarth-Osella es imborrable y el merecido título de Campeón de Europa 2 litros de Arturo, el colofón deseado.
De entre los españoles, para mi el héroe fue Niki Bosch, que llegó a ir tercero detrás de Burton y Wollek pero que en la vuelta 79 tuvo que parar en boxes y ya el coche no le volvió a responder, aguantando unas pocas vueltas más hasta el abandono. Con lo cual, el primer español clasificado fue José Mª Juncadella –con el coche de Paco Josa– en 4º lugar, Paco Torredemer en el 6º y Jorge Pla en el 8º.
1973: II 400 km de Barcelona
Nuevamente, el 14 de octubre de 1973 el Club 600 organizaba esta prueba. Y de nuevo la misma volvía a ser decisiva para el Campeonato de Europa para barquetas de 2 litros entre John Burton, Guy Edwards y Chris Craft, que andaban a la greña con pocos puntos de diferencia entre ellos, así como el de Marcas entre Chevron, Lola y Abarth. Como cabezas de cartel, Arturo Merzario y Pino Pica en los Abarth-Osella; Gérard Larrousse y Chris Craft en Lola T292-BMW; y John Burton con el Chevron B23 del Red Rose (sin Montjuich Tergal). De entre los españoles, José Mª Juncadella, Jorge de Bagration, Rafa Barrios y Emilio Rodríguez-Zapico, con diversas versiones Chevron; Javier Juncadella, en un March 73S-BMW alquilado a Toine Hezemans; Jorge Pla, en un Lola T290 de la temporada anterior y Juan Fernández con un Abarth-Osella PA1 prestado por la casa para ver si corría con ellos la siguiente temporada. También con Abarth, pero del anterior modelo, corrían Paco Torredemer y Geni Baturone.
La carrera se disputaba a dos mangas de 53 vueltas cada una. A la salida de la primera, el coche de Merzario se puso a arder en la línea de salida y tuvo que tomar la salida muy retrasado, retirándose poco después por problemas con la distribución. La carrera perdió así a su gran animador. Salió primero Chris Craft, con Larrousse muy retrasado pero, cuando empezó a recuperar, nos deleitó con una conducción espectacular y así consiguió el segundo puesto en la manga, que fue ganada por Chris Craft.
En la segunda manga, Larrousse salió como un cohete pero, como otro cohete también, Craft se le puso a rueda y le adelantó en la vuelta 11. Pero en la vuelta 22, cuando iba a adelantar, creo recordar que a Raymond, Larrousse le hizo un interior soberbio en Teatro Griego y recuperó el liderazgo, que ya no abandonó hasta el final, aumentando vuelta a vuelta su ventaja. La carrera, tras el computo total de las dos mangas resulto ganada por Gérard Larrousse (Lola T292-BMW), seguido de Chris Craft (Lola T292-Ford), nuevo Campeón de Europa. Jorge de Bagration (Chevron B23-Ford) fue 4º y José María Juncadella (Chevron B21/23-Ford), 5º. Como 6º se clasificó Christian Melville (Abarth-Osella PA1) y nadie más, por no haber recorrido la suficiente distancia que exigía el reglamento del Campeonato Europeo.
Y aquí acabó la aventura de los Sport-Prototipos en Montjuich y desapareció el perfume de Chanel nº 5 en la Montaña Mágica. Intrigas palaciegas entre la FACB y el RACC, exigiendo al pobre Club 600 unas gabelas que no podía soportar, llevaron a la no continuación de esta especialidad, en su día la más selecta del automovilismo. Valga este escrito como sincero homenaje a este gran aficionado y exquisito caballero que fue D. Salvador Ros Campañá, a quien cualquier aficionado catalán de una cierta edad debiera estarle reconocido por haber proporcionado el espectáculo único e irrepetible de ver a un Ford GT40 y un Porsche 917K peleándose en el trazado de Montjuich. Podrán volver, quizás algún día, al Circuit de Barcelona-Catalunya, pero no será la mismo. Faltará la magia de Montjuich…”.
Antonio Arderiu Freixa
JAS Info Service, mayo 2023