Obituario: Ramón Termens Beltran 



Por Josep Autet.

Ramón Termens Beltran (1952-2023), fallecido de cáncer el pasado 6 de octubre a la edad de 71 años, era un genuino representante de una época que ya pasó, pero que tenía en sus genes la esencia básica de lo que conocemos como mecánico de carreras. Ramón Termens, como también otro grande de las herramientas ya desaparecido, Fidel Serra, ni creó ni revolucionó nada, pero sí evolucionó hasta altas cotas lo que hasta el momento se conocía como mecánico de competición.

La vida profesional y los grandes hitos personales como técnico de Ramón Termens Beltran son indisociables de la trayectoria de otro gran personaje, fallecido hace 8 años: Paco Crous Zabala. Desde siempre en la ciudad de Badalona, Ramón Termens trabajaba en su taller TR2 cuando en 1976 su amigo Paco Crous fundó Klippan Competición, una estructura que, gracias al patrocinio de esta empresa de material de seguridad y del concesionario Simca-Chrysler Masterdiesel, participó en el Desafío Simca-Chrysler de aquel año. El equipo, de lujo, con pilotos de la talla de Jordi Cid, Josep Buixeda, ‘Pulgui’ Canela, Jordi Ballesteros o Luis Capella.

La temporada, larga y dura, tuvo unos frutos espectaculares, sus pilotos eran de tal calidad y los coches tan robustos que dominaron y ganaron el Desafío en muchos rallyes, aunque al final de temporada fue un rival, José Antonio Zorrilla, quien se impuso. Los Simca 1200-S de Masterdiesel y preparados por ‘TR2 Monroy’ efectuaron una campaña para enmarcar y Jordi Cid, subcampeón, se convirtió en piloto oficial de Chrysler al año siguiente, aunque los intríngulis de Villaverde no dejaron florecer el futuro.

En todo caso, el siguiente paso de Paco Crous fue crear PromoService, con el objetivo de aumentar su radio de acción, y para ello recabó a Ramón Termens para iniciar este viaje: “Yo voy contigo”, le dijo Ramón a Paco, sin dudarlo, y ahí se inició una asociación que se mantuvo largos años y que tocó todas las teclas del deporte del automóvil. PromoService compró el Porsche 911 de César Perejoan, luego otra unidad en Francia, coches basados en TR2 de Badalona, donde también fueron a parar poco a poco todos los clientes que Crous reunió de su amplio abanico de contactos, muchos de ellos provenientes del desaparecido taller Tram de Mollet del anteriormente citado Fidel Serra.

Decía Crous que en España había tantas provincias como fines de semana, lo que significaba que los Porsche y otras máquinas de la estructura que irían llegando, corrían semana tras semana por toda la geografía nacional, siempre con Termens y su equipo capitaneando el asunto mecánico. La abolición de los grupo B trajo consigo la compra, en ocasiones con el capital de los clientes, de diversas unidades Audi Quattro, Talbot Lotus, Metro 6R4, Visa 1000 Pistas… PromoService, con Paco y Ramón al frente, era una ocupadísima escudería privada que trabajaba muy por encima de lo que podía ser normal, transcurriendo de este modo años y años de dedicación total.

En 1983, Motor Ibérica inició el camino en los raids, con la tímida introducción de unos Patrol prácticamente de serie en la Baja Montesblancos. Aquello podía funcionar y fue tal la perspectiva promocional que le vio la marca al proyecto, que con Paco Crous como manager los Nissan Patrol Diesel se hicieron famosos en España, aunque la Baja se hizo corta para los objetivos del equipo. La primera incursión en África tuvo lugar en el Raid de Túnez de 1985 (con Termens de asistencia rápida), carrera que ganaron Miguel Prieto-Julio Vázquez, victoria que se repitió en el Faraones de 1986… ya con Ramón Termens de copiloto-mecánico del vitoriano.

A la victoria contra todo pronóstico en el citado raid de Egipto le siguió una extraordinaria 9ª posición absoluta y 1ª en diésel en el París-Dakar de 1987, ya con la mítica decoración “Fanta Limón”, debajo de la cual había muchas horas de trabajo de Ramón Termens y su equipo de mecánicos. Prieto, viejo zorro, sabía que todo nuevo proyecto necesitaba de un período de prueba y que en cualquier momento podían surgir problemas técnicos inesperados. De ahí que no había mejor solución que tener a su lado nada más y nada menos que al creador de aquellos coches, que además tenía una bien ganada fama de manitas para el que no había imposibles, toda una garantía para acabar las carreras, como así fue.

Cuando la mecánica aumentó prestaciones y resistencia y llegó un momento en el que se precisó la labor de un copiloto especializado y experto en su trabajo, en especial cuando se vislumbró la llegada de las versiones Patrol con motor a gasolina, Termens regresó a su posición técnica, retomando también la competición fuera del ámbito oficial de Nissan. De este modo, una nube de pilotos privados de raids acudió en busca de la experiencia y saber hacer del mago de Badalona.

Con los años, la satisfacción por lo logrado era evidente, pero también lo fue que su hijo Francesc le siguiera en su pasión. Con el tiempo, TR2 se convirtió en FT5 Premium Auto Service y de nuevo un Termens volvió al habitáculo de un coche de raids, pero esta vez al volante, convirtiéndose Francesc en un destacado piloto con importantes éxitos como el campeonato mundial FIA de Bajas de 2006 y otros brillantes resultados a nivel nacional e internacional.

Cuando Ramón Termens ganó el Faraones de 1986, su hijo Francesc rondaba los 7 años de edad, por eso los que estaban en Arabia en 2022 señalaron cuán entrañable fue ver a los dos Termens, padre e hijo, juntos en el primer Dakar Classic con un Patrol que era casi un calco del que había competido en África 35 años antes. Afectado ya por su enfermedad, Ramón Termens vivió en Arabia algo mágico, impensable años atrás, y Francesc sintió el orgullo de tener a su querido padre junto a él en las asistencias.

En mi carrera de copiloto, estuve muchas veces en los equipos que asistía Ramón Termens en PromoService, con los Porsche 911 SC de alquiler o con Bilo Oliveras y sus máquinas. Termens no daba nunca nada por perdido y sus manos (y cabeza) lograban cosas que no parecían posibles para el resto de humanos. Paco Crous siempre me demostró la devoción que sentía por Ramón, alguien que le había ayudado mucho en los momentos duros en los que había que trabajar… e invertir.

Las parejas que formaban Paco y Mary, Ramón y Eli, eran parte de un paisaje en las carreras irrepetible y es justo reconocer que personas como Ramón Termens han sido durante todos estos años gente inseparable de nuestro deporte; competición pura, voluntad férrea, esfuerzo sin excusas para hacer que su coche llegará al final. Gente de una pasta especial, irrepetibles…

Descansa en pau Ramon, el que has fet ja està fet i ben clar queda.

© Josep Autet
8 de octubre de 2023
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